jueves, 26 de septiembre de 2013

Ford Capri (1972)

Por lo general, cuando uno tiene una buena idea, trata de repetirla y los resultados son horribles. Por ejemplo, un equipo de futbol, el domingo es el mejor del mundo, pero a la próxima fecha, repite el esquema y es el peor del campeonato. O un conjunto de música, saca un cd que es inigualable y el siguiente es inescuchable. Y si hablamos de mujeres, lo que es bueno para unas es odioso para otras. A las empresas les pasa lo mismo. Sacan un automóvil exitoso y quieren repetir la receta, con la esperanza de que el siguiente sea mejor. Eso es muy raro que suceda, salvo contadas excepciones como el Ford Capri de 1972.
 
¿Cuántas veces repetimos rituales, como si fuesen cábalas infalibles, para obtener el mismo resultado? La esperanza de repetir ese golpe de gracia es ínfima, cuando sabemos que se debió a la suerte. No sabemos si la moneda va a caer de nuestro lado y nos aferramos a que se repita la última historia, cuando ya dábamos todo por perdido y ganamos. En cambio, pocas veces aprovechamos la experiencia para aplicarla en nuevas acciones, ya que confiamos más en la suerte que en la razón.

Repetir historias no es recomendable, puesto que las condiciones nunca son iguales. Podemos pensar que el marco es parecido, pero después los hechos transcurren de manera diferente. Hacer siempre lo mismo, es muy distinto a la experiencia y eso es lo que hizo Ford en este caso. El Mustang en Estados Unidos era un éxito de ventas que pronosticaba una larga vida al nuevo modelo. Que mejor entonces, que reproducir estos palmares en Europa, con un nuevo vehículo, que tenga la fórmula del Pony americano.

Los ingredientes eran un coupé de aspecto muy deportivo, con prestaciones y precio similares a las berlinas de la época como por ejemplo el Simca 1100 y con un arsenal casi infinito de opcionales, para que el potencial cliente, puede tener un auto a su medida. Como Ford Europa tenía una amplia gama de motores, cajas y suspensiones, una gran parte del trabajo ya estaba hecha, por lo que solo quedaba en el tintero las líneas del nuevo auto.

Como el proyecto se trataba de un potro salvaje (Mustang) a la europea, se pensó en el nombre “Colt”, ya que su significado es “Potro”. Pero al momento de registrarlo la gente de Ford, se encontró con que estaba registrado por Mitsubishi, por lo que tuvo que desistir de usarlo. Entonces se buscó un nombre europeo y se recurrió a Capri, nombre de una isla italiana, perteneciente a la provincia de Nápoles, que ya había sido utilizado por la filial Lincoln en la década del ’50 y más recientemente por el Ford Classic inglés. A esto se sumaba que el nombre itálico se familiarizaba con el Ford Cortina que estaba en producción. Negocio redondo.
 
Su lanzamiento fue un éxito, ya que en los tres primeros meses se vendieron treinta mil unidades, y en los 6 años que duró la producción de esta primera generación de Capri, se vendieron más de 1.200.000 unidades. Claramente, Ford había dado en el clavo, no solo porque el auto era el que siempre ha deseado según decía su slogan, sino también por una fuerte campaña publicitaria, reforzada por los éxitos del Ford GT40 en Le Mans.
 
El Capri tuvo varias generaciones y se fabricó hasta 1986 y a lo largo de todos sus años se fabricaron casi 2 millones de vehículos. Su producción no fue mayor, debido a que en Inglaterra su producción cesó tempranamente a favor del nuevo modelo de la casa del óvalo denominado Escort. También fue exportado a los Estados Unidos, donde llegó a ser el segundo modelo más importado, detrás del legendario VW escarabajo. Y cuando dejó de comercializarse en Norteamérica, se quedaron con la denominación para usarlo en el Mercury. Se ve que les gustaba el nombre…
  

El modelo que nos acompaña es de la entrega 37 de la colección Car Model de editorial DelPrado y posiblemente sea fabricado por Universal Hobbie. Los especialistas darán el veredicto.

También les dejo unlindo video, donde lo pueden ver en todo su esplendor.

Saludos y seguí así, no pares.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Cord 812 (1937)

Hoy, gran función gran de Diecast Central. En esta ocasión, vamos por el auto que más costó. Obviamente, vamos a evitar el aspecto económico, porque ese punto de vista me importa un reverendo pepino. Me opongo a ser regido por el vil metal, después de todo, no me quiero llevar ni un peso, solo recuerdos. Por eso, mi elección recae sobre el magnífico Cord 812 de 1937. Vámonos!!!!!

Como muchos se han dado cuenta, a través de las publicaciones, tengo cierta debilidad por los modelos de preguerra. Y dentro de esa línea de tiempo, los autos Art Decó, tan estilizados como obscenos, con tapizados en cuero, provenientes de un animal ya extinguido, con combinaciones de colores que solo podía conseguir un artista, todo enmarcado en metales cromados como estrellas. Y esa obscenidad también se la podía sentir, al momento de acelerar, gracias a motores, que hoy se utilizarían como usinas generadoras de energía.

Por eso cuando Altaya anunció el coleccionable de “Los Más Bellos Coches de Época, fui al kiosco antes de que saliera. Digamos que la ansiedad me jugó una mala pasada. Pero después si, compré religiosamente todos los números hasta el 14. Si, hasta el catorce, porque esa era la colección que salió en la Argentina. Fue como un noviazgo de verano, duró un suspiro y después el vacío y los recuerdos de lo que fue y de lo que podría haber sido.

Y cuando uno descubre que la colección en otros países ha llegado a los cincuenta o sesenta
fascículos, se siente engañado y busca redimir los errores buscando esos autos que no llegaron. Para los que estamos desde este lado del océano, después de mortificarnos por los modelos que no llegaron, lo primero que había que buscar era el listado completo de la colección, para saber que nos habíamos perdido. Es como cuando uno se separa y busca a su ex en el Facebook para saber que es de su vida y se encuentra con que está de vacaciones en Punta Cana con el doble de Brad Pitt.


Ya con el machete de todo lo que me perdí, empecé a bucear en internet, pero solamente en el mercado local. Algunos modelos iban apareciendo, pero muy con cuenta gotas. Y lo mejor es el precio. Como son piezas que acá no llegaron cotizan a precio Premium, es decir que uno trata de seguir con esa novia, pero para tratar de conquistarla, la lleva a los mejores lugares, se compra la mejor ropa y va a los mejores hoteles, todo por un día más de compañía. Todo por una miniatura más.

A base de esfuerzo, algunas piezas van cayendo en la vitrina, pero otras siguen siendo muy esquivas. Es parte del juego pero, entre esas que parecen entrenadas por Messi para gambetearnos, siempre está la que más nos gusta o nos llama la atención. Hay varias miniaturas que no tengo de esta colección y las quiero ya, pero el Cord siempre me llamó la atención, desde que vi el modelo real en una exposición, con sus faros escondidos.

Obviamente, por estas tierras no se lo conseguía, al menos que paguemos su peso en oro. Mejor dicho, su peso multiplicado por cinco. Así que hubo que se paciente y seguir buscando hasta darse cuenta que uno debería recurrir al mundo exterior. En ebay hay muchos de estos modelos, pero imaginen que para nosotros no es una cosa de todos los días, usar la tarjeta en la computadora y tener que esperar un mes, rezando para que el señor feudal de la aduana no quiera atraparlo.

Pero como hay una sola vida, hay que tratar de hacer lo imposible por ese autito. Como sucede con esa chica. Así que, consejos mediantes, y después de decidirse en quien confiar, uno hace click y se frota las manos esperando a nuestros amigo el cartero, cual Papa Noel en Navidad. Y un día suena el timbre, igualito al reloj cuando marca las 12 en Nochebuena y ahí está ese paquete lleno de felicidad en forma de Cord…

No es el más costoso, tal vez no sea la mejor réplica y hasta debe tener errores dignos de un coleccionable. La verdad es que me importan un bledo todos esos por menores, por el simple detalle de que es un modelo que yo quería tener cueste lo que cueste.

Esta réplica pertenece a la colección española de “Los Más Bellos Autos de Época” de editorial Altaya. En el video, pueden ver varios detalles y también a la rubia.


Saludos para todos, buena Primavera para algunos y buen Otoño para otros. Siempre hay que ver el lado positivo.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Chevrolet 1,5 Toneladas (1930)

Cuando compro una miniatura, siempre sucede que si no la conocía o no la había visto en directo, hay algo que me llama la atención. Puede ser el diseño, el piloto, el color o lo bien hecho que se lo ve. Como que a cada incorporación le encuentro la excusa para llevármelo a mi vitrina. En este caso, cuando lo vi, no había nada que justifique la compra, pero la verdad es que hoy, el camión Chevrolet de 1,5 toneladas de 1930, se ganó su espacio entre los pequeños de la escala 43.

En primer lugar, di con él más que nada por curiosidad. De la marca americana Ertl no tenía ninguna miniatura y ese fue el punto de partida, para ver al camioncito con otros ojos. El hecho de que sea un camión le sumaba puntos, con sus ruedas duales y su caja completa de carga, con la lona bien tirante. El rojo, le queda muy bien para mi gusto, pero el cromado del frente lo hace muy irreal, una pena. Aunque lo peor es la falta del espejo retrovisor y de los pequeños busca huellas.

Las llantas, aunque poco tienen que ver con las originales, no me molestan, con los neumáticos marca “Ertl”. Pero lo que más me llamó la atención, es algo que no se puede ver en ninguna de las fotos. Su peso es digno de un camión, con toda su carga. Si hacemos el Cabo-experimento, este Chevy inclina tanto la balanza, que para compensar el equilibrio, se necesitan 3 pick ups de Dinky Matchbox. Lo que se dice un verdadero peso pesado.

Ya con él en mi poder, me puse a buscar alguna información extra del camión, pero como no sé nada de esta rama de los vehículos, voy a omitir toda información. Seguro que Antonio sabe más que todos nosotros, así que él se va a encargar de desasnarnos sobre el tema.

Entonces lo único que pude aprender es sobre su carga. El peso no es por el material del chasis. El tema son los barriles de licor que lleva debajo de la lona. Así es, como lo están leyendo, este simpático e ingenuo camioncito prestaba su esfuerzo en el condado de Illinois, al norte de los EE.UU. En 1919, el país del norte se veía desbordado de inmigrantes que huían de una Europa desbastada por la primera Guerra Mundial y parece que tomaban más alcohol que un cordobés en las fiestas.


La gran idea que surgió fue instaurar la “Ley Seca” es decir que se dictó la fabricación, venta o transporte de bebidas alcohólicas intoxicantes. Así decía la ley. Pero como no se castigaba el consumo, la gente seguía demandado licor, por lo que surgieron no uno, sino miles de contrabandistas y de fabricantes clandestinos de dudosa reputación. Dudosa, porque lo que se hacía, era destilar alcohol industrial que era altamente venenoso. Se estima que durante toda esta época murieron cerca de 50.000 personas por intoxicación.

El que no quería morir por envenenamiento, compraba licor traído a través de las fronteras de México o Canadá. Como los caminos estaban vigilados, una alternativa era ir por los lagos del norte, por ejemplo cruzando el Lago Michigan, para desembarcar en Chicago, tierra del mismísimo Al Capone. Ahí, este camioncito que no tiene nada de inocente, era cargado a tope, con barriles de Whisky canadiense y empezaba su derrotero por la Ruta 66.

El primer tramo era hasta St Louis, pero como el chofer era de Carthage, como pueden ver en las puertas, se desviaba unos kilómetros y adulteraba unos barriles, para quedarse con unos litros y sacar su propia tajada. Ladrón que le roba a ladrón, tiene cien años de perdón. Una vez que hacía esa “mexicaneada” bajaba hasta su primer destino. Luego seguía atravesando los estados de Misuri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California, llevando el néctar de los dioses y recaudando para Don Capone.

Así estuvo hasta que en 1933, se derogó la Ley Seca, y no le quedó más opción que buscarse un trabajo digno. Probó suerte en casa de mudanzas y fletes, pero el crack financiero no daba muchas expectativas. Luego vino la Segunda Guerra y cerca estuvo de ser reclutado, para ser desguazado, pero se escondió en un granero donde estuvo el resto de sus años, hasta que Ertl lo descubrió.

En el video, que no es de buena calidad, se lo aprecia mucho mejor.

Saludos y vayan por la Ruta 66.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Citroën ZX Rallye Raid (1996)

La semana pasada vimos como un auto popular puede llegar a transformarse en algo mucho más popular para algunos, a la vez que se transforma en algo de muy mal gusto para otros. Por suerte, la metamorfosis que pueden tener los vehículos es mucho más amplia y divertida, así que en esta ocasión, les muestro como el mismo modelo se puede transformar en una bestia como el Citroën ZX Rally Raid de 1996. En tu cara Dongfeng.

En este caso, la transformación se debió a otro motivo. No se trataba de achicar costos, sino todo lo contrario. Era una jugada de marketing, por posicionar el nuevo auto de la marca del chevrón que iba a aparecer en 1991. Es que el modelo ZX de Rally Raid, vio al mundo en 1990, un año antes de la comercialización del auto. La idea es que los potenciales clientes tengan el modelo en su mente antes del lanzamiento.

Por temas de homologación, el auto no podía ser presentado en competencias “normales” como por ejemplo el Campeonato Mundial de Rally, por lo que se tomó la experiencia de su hermana Peugueot en las competencias de larga duración con el 405 y se decidió armar un auto, que obviamente lo único que tenía en común con el futuro auto era el nombre. Pero eso no impide que uno lo relacione con el auto ganador, como hace pocos días, Peugueot hizo lo mismo con el 208 en la tradicional Pikes Peak.

El primer año, era todo experiencia y más que nada publicidad, por lo que Ari Vatanen y Jacky Ickx poco pudieron hacer con los Citroën amarillos auspiciados por la tabacalera Camel en la Baja Aragón y en el Rally de los Faraones. Para el año siguiente, a meses de la presentación oficial del ZX, se corría la prueba madre, el Dakar, y todos los cañones de la casa francesa apuntaban a un solo lugar, el primer puesto.

No había mucho margen para el error, y a pesar de la resistencia de Lartigue y su Mitsubishi, el finlandés Vatanen le dio la primera victoria al nuevo modelo. Ese año el ZX también ganó el Rally de los Faraones. Si bien todo tenía un fin publicitario, para 1992 se decidió repetir la experiencia pero solo se obtuvo un cuarto puesto con el inoxidable Björn Waldegaard. Se pretendía con esto daba por finalizado el programa de carreras del ZX, pero para 1993 se anunció la creación del Campeonato Mundial De Rally Raid.

En este caso, si bien las competencias tienen un punto de desarrollo y publicidad, cuando se corre por los puntos, los pilotos solo quieren ganar, sin importar si se venden o no más modelos. Citröen se hace fuerte y ficha al experimentado Pierre Lartigue, que abandona Mitsubishi. Por su parte, la casa japonesa se refuerza con Bruno Saby. La tradicional carrera africana, muestra una dura lucha entre los dos pilotos de punta, y le da la victoria a la casa de los tres diamantes. Lartigue y Citröen tienen su revancha durante el resto del año y se quedan con los campeonatos de pilotos y marcas.

En 1994, la dupla Citröen-Lartigue se quedan con todo: Copa de Pilotos, de Constructores y con la carrera reina, el Dakar. Estos laureles los repiten en 1995 y 1996, siendo el francés el único tetracampeón de la especialidad. En 1997, el ZX obtiene su último campeonato y Lartigue se vio superado por su compañero de equipo Ari Vatanen.

Como se puede ver, los autos dan para todo los gustos. Puede ser un vehículo popular en Europa, pero a su vez se lo puede transformar en la motorización de un país gigante como China y una década antes se lo podía ver saltando dunas en el África, aunque con muy pocas piezas en común, más allá del nombre. Entonces en este punto, tal vez haya que darle la derecha a la globalización, puesto que permite todos estos experimentos. Puede ser que algunos resultados no sean de nuestro agrado, pero no todos tenemos los mismos gustos.

La miniatura pertenece al fascículo 40 de la colección “100 años de Sport Automóvil” de editorial Altaya. En el video, pueden ver varios tramos de la dura prueba africana.


martes, 3 de septiembre de 2013

Dongfeng 988 (2000)

La globalización nos ha acostumbrado a ver autos iguales pero con distintas marcas, algo que antes era muy difícil de ver, salvo los vehículos de un mismo grupo empresarial. Después vinieron las alianzas entre empresas, que hicieron que una le pase a otra todo lo que dejaba de producir, como una manera de recuperar sus fondos de inversión. Pero hoy todo está tan mezclado que uno puede ver un auto con la insignia del doble chevrón pero con una marca china, como en este Dongfeng del 2000.

Es entendible que las grandes empresas deben tejer alianzas para exprimir todo lo que se pueda las inversiones, a la vez que se bajan los costos de expansión. Pensemos en este caso. Citroën quería ingresar al mercado chino, ya que el mercado donde se movía estaba saturado por la competencia, y China presentaba un gran potencial, debido a su creciente economía. Pekín se sacudía la modorra a principio de la década del 90, postulándose para la sede de los Juegos Olímpicos del 2000, y aunque no fue designada organizadora, hizo que todos los ojos se poseen en esta antigua ciudad. La revancha llegó en el 2008, cuando el mundo quedó maravillado con toda la parafernalia presentada por los asiáticos.

Citroën también vio con buenos ojos el mercado chino, pero debido al régimen de gobierno reinante y a los altos costos que implican una planta nueva de producción, buscó un socio local. Y ahí es donde establece sus lazos con Dongfeng, una empresa estatal fundada en a fines de los cincuenta. Dongfeng, cuyo significado es “viento del este”, se dedicaba principalmente a la producción de camiones y camionetas, y en menor medida a vehículos para uso oficial, inspirados en modelos americanos.

El programa se iniciaba con la fundación de la Dongfeng Citroën Automotive Company que iba a producir el conocido ZX de la marca gala, bajo el nombre de Fukang, que significa “Prosperidad y salud”. Nota del autor: no me imagino decir “tengo un Viento del Este Prosperidad y Salud modelo 2000”.

Los primeros modelos solo eran ensamblados en China con componentes traídos desde Francia, por lo que el valor del Fukang no permitía una gran comercialización. Solo 1.000 unidades en 1995, pronosticaba un duro camino, pero los chinos no estaban dispuestos a esperar la maduración normal de un producto, y decidieron hacer dos plantas para fabricar todos los componentes y así tener un auto chino al 100 por ciento.
 
Para fines de los noventa, se presenta el Dongfeng 988 Fukang que nos acompaña y la producción ya alcanzaba las 50.000 unidades anuales. El auto, a pesar de ser marca Dongfeng, lleva la insignia del doble chevrón, y en su parte trasera se puede leer tanto Citroën ZX, como Fukang 988. Y es esta área donde está la gran diferencia con el producto francés. El Citroën chino tiene baúl y no un portón trasero como el modelo que se vendió en Europa.
Hoy en día, la producción anual es de más de 400.000 unidades de sus distintos vehículos los cuales pueden ser el conocido Peugueot 206, pero llevado con el logo de Citroën en su trompa y la marca Dongfeng en su baúl… Y le pueden sumar más modelos de la casa del león como el 207, 307 o 407. Y otros autos chinos pueden ser los modelos de Citroën C4, C5 y C6.  

No conformes con esta mezcolanza de marcas, logos y modelos, también hicieron lazos con Honda para sus modelos Civic y CV R y con Nissan para el Teanna y con Kia, y con Hummer y con marcas de camiones y etc. etc. etc.

Si me preguntan, la verdad es que no soy amante de toda esta globalización, como que el auto deja de tener su impronta, para adoptar otra personalidad ajena a su idea original. Pero también entiendo que es una manera de poder sobrevivir de estos gigantes industriales, a la vez que le dan a muchísima gente la oportunidad de tener un vehículo.

La miniatura es de Ixo para el coleccionable de editorial Altaya “Taxis del Mundo” y corresponde al fascículo 38. En el vídeo van a ver algunos modelos, pero principalmente al Hummer chino en acción…

Saludos, buena semana y espero que les haya gustado este taxi chino

Un clásico devorando litros....

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